viernes, 3 de febrero de 2012

Enrique Vila-Matas y Veracruz


LEJOS DE VERACRUZ (1995)

Lejos de Veracruz 
Biblioteca Vila-Matas
DeBolsillo, 2011

PRIMERA PÁGINA

No todo el mundo sabe que a Veracruz y a sus playas lejanas no pienso en la vida nunca volver. Fui feliz allí, el mes pasado, en noche de luna llena, en Los Portales, ni antes ni después de esa noche, en el último mes de julio de mi juventud. Pero no pienso en la vida nunca volver, pues sé muy bien que la nostalgia de un lugar sólo enriquece mientras se conserva como nostalgia, pero su recuperación significa la muerte.
Fui a México el mes pasado cuando, encontrándome solo y dolido en la ciudad de Barcelona, mi desesperación en el ático de Sant Gervasi me llevó incluso al extremo de creer que oía voces y que los distinguidos huéspedes de mi librería se dedicaban a observarme con una ceja alzada y a recomendarme que, dado mi estado de locura por la muerte de mi hermano, abandonara cuanto antes mi soledad y tanto duelo y viajara.
Recordé entonces que me habían invitado a Guadalajara, en Jalisco, para que hablara de mi hermano muerto, y ya no lo pensé dos veces y, al día siquiente, escapaba de mi soledad y duelo. Viajé a México (...)


HOMENAJE A SERGIO PITOL
Margo Glantz, Juan Villoro y Vila-Matas en el homenanaje a Sergio Pitol en Xalapa, Veracruz.





DEDICATORIA
A Paula de Parma 
A la Razón
y a la Desesperación.
A Jordi Llovet
y a Michi Panero,
maestros en ambas lides. 

AUTOBIOGRAFÍA LITERARIA
De cómo bajo la luna exagerada de Veracruz me encontré con Rosita Boom Boom Romero, que ordenó matar a mi hermano, y de cómo confundí al asesino con Dios y de cómo Sergio Pitol me ayudó a salir del enredo. México visto como una metáfora personal de la fiesta y de la desesperación.

Corrido mexicano de la edición española
“Aplasté a la mano invisible, / maté a la culpable de todos mis males, / y aunque no me siento culpable, / sí me arrepiento de algo: / olvidé que había otra mano y que, además, en la muerta / dormía cola de lagarto. En la edición portuguesa (Longe de Veracruz) el corrido mexicano de la edición española, inventado en realidad por V-M, fue sustituido por un corrido verdadero, sugerido al autor por José Miguel Ullán: 

Ya lo dijo el Santo Papa,
y lo dijo a voz en cuello:
- Para Capital, Xalapa;
¡sólo Veracruz es bello!

“Qué apañado el señor Vila-Matas: se inventa un alter ego homónimo que tiene un hermano escritor de libros de viajes que nunca ha viajado con un proyecto de equiparar a su familia (los Tenorio) con los Baroja, escribiendo para ello un libro sobre ellos, y escribe un libro de viajes, muchos viajes, sin moverse de su casa, y un libro de la familia Tenorio, y ambas cosas las hace bien, al mismo tiempo y en doscientas y poco páginas. Podría decir que es uno de esos libros que no te has terminado siquiera pero ya vas recomendando por ahí; vaya, como que ni siquiera me lo he terminado yo y ya se lo recomiendo a todo el mundo.”


“Cuando conocí a Sergio, en Varsovia, yo tenía 25 años, y en España ningún escritor de su categoría me concedía un minuto ni me dedicaba tiempo para hablarme de literatura. Así que el magisterio de Sergio se dio, desde el primer momento, en la conversación en la sobremesa en su casa de Varsovia, a mi paso por esa ciudad.
Fui a Varsovia inocentemente y me convertí en escritor gracias a Pitol y mi afición definitiva por la cultura la produjo el propio Sergio.”

De El español Vilas-Martas elogia a Sergio Pitol que le motivó a ser escritor
“—¿Descansaste bien? —me preguntó Pitol a la mañana siguiente, en el momento de entrar en la carretera que iba a devolvernos a la casa de Xalapa.
—Tuve una pesadilla —dije—. Mataba a Dios, que resultaba ser un pobre hombre, un chulo de Badajoz. En el momento de disparar contra él se le poblaron los ojos con millones de luceros y confesó haberse equivocado siempre conmigo. Me ha sorprendido descubrir que Dios era tan poca cosa. ”

Lejos de Veracruz, p. 233

Pitol en su casa de Xalapa (Veracruz)

EDICIONES ANTERIORES TRADUCCIONES
Barcelona, Anagrama, 1995 
Col. Narrativas hispánicas, 177
Barcelona, Anagrama, 2004 
Compactos Anagrama, 342

FRANCIA
LOIN DE VERACRUZ
Christian Bourgois, 2000
Trad. Denise Laroutis

PORTUGAL
LONGE DE VERACRUZ
Assírio & Alvim, 1995 
Trad. Jose Agostinho Baptista

BIBLIOGRAFÍA
Alonso, Santos, “Inquietante y excelente novela”,Reseña, 265, octubre 1995, p. 29.
Bach, Mauricio, “El náufrago ejemplar”, Lateral, 6, abril de 1995, p. 11.
Castro, Antón, “El desencanto de los Tenorio”, Diario de Teruel, 28 mayo 1995, p. 1.
Castro, Antón, “El destino del artista”, Turia, octubre de 1995, pp. 260-261.
Conte, Rafael, “Lejos de Veracruz”, ABC, 21 de julio de 1995, p. 9.
Domene, Pedro M., “El descenso”, Diario Córdoba, 18 de mayo de 1995.
Domínguez Michael, Cristopher, “El veracruzano imaginario”, Reforma, México, 14 de junio de 1996, p. 4.
Dumontet, Fabienne, “Enrique Vila-Matas, et ses étranges doubles Loin de Veracruz et Étrange façon de vivre”, Le Monde, París, 21 de julio de 2000, p. 30.
Echevarría, Ignacio, “La escritura como supervivencia”, El País, 22 abril 1995, p. 11.
González, Carmen, España Contemporánea , vol. X, primavera de 1997, pp. 116-120. 
Lindon, Mathieu, “Vila-Matas déplace l'espion”,Libération, París, 8 junio 2000, p. IV.
Masoliver Ródenas, Juan Antonio, “El viajero inmóvil de Sant Gervasi”, La Vanguardia, 24 de marzo de 1995, p. 45.
Masoliver Ródenas, J.A., “Lejos de Veracruz”, Vuelta, 222, México, mayo de 1995.
Monmany, Mercedes, “El último Tenorio. La batalla de la vida”, Diario 16, 8 de abril de 1995, p. 15.
Ollé, Manuel, “Les obssesions són el motor”, Avui, 22 de junio de 1995.
Peña, Luis de la, Quimera, 136, mayo de 1995, p. 73.
Puértolas, Soledad, “El sobreviviente”, Letra Internacional, 38, junio 1995, pp. 69-70.
Valls, Fernando, “Unas cuantas verdades fingidas”, El Mundo, 10 de junio de 1995, p. 8. Recogido en La realidad inventada. Análisis crítico de la novela española actual, Barcelona, Crítica, 2003, pp. 263-264.
Weitzmann, Marc, “Une vie moins ordinaire. Loin de Veracruz et Étrange façon de vivre”, Les inrockuptibles, París, 249, 2000, pp. 54-55.


Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) tiene una amplia obra narrativa que se inicia en 1973 y hasta la fecha ha sido traducida a nueve idiomas, siendo sus títulos más destacados -todos en Anagrama- Impostura (1984), Historia abreviada de la literatura portátil (1985), Una casa para siempre (1988), Suicidios ejemplares (1991),Hijos sin hijos (1993) y Lejos de Veracruz (1995). En 1992 publicó El viajero más lento, una colección de artículos y ensayos literarios. Y en 1994, en edición de bolsillo, Recuerdos inventados, una antología personal de sus mejores relatos.
Sus últimos libros han recibido un gran apoyo de lectores y críticos: «Una completa maestría. Una maesría que hace de él un autor insustituible.» (Ignacio Echevarría, El País); «Una de las literaturas más sorprendentes y originales» (Mercedes Monmany, Diario 16); «Una inteligencia, una imaginación y un humor perturbadores. Un verdadero maestro del género» (J.A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Marcado carácter de genialidad» (Pedro M. Domene, El Ideal); «Vila-Matas: el mito naciente de la literatura española contemporánea» (Álvaro Enrigue, Vuelta, México). 

¿Qué nos queda cuando estamos ya lejos de Veracruz, lejos del volcán de nuestras pasiones de antaño y, en definitiva, estamos ya muy lejos de la vida? Al menor de los tres hermanos Tenorio, al narrador de esta singular y fascinante novela, le queda sólo la literatura como último refugio, pues se encuentra en una situación en la que casi lo único que se puede hacer es escribir. Derrotado en la vida, este joven manco de 27 años se siente muy viejo y cansado y, viendo que no tiene nada mejor que hacer ni lugar más apropiado donde caerse muerto, se dedica, en el último rincón del mundo, a recordar y escribir la historia de su odio al domicilio familiar y también la de sus intentos fracasados de ser amado en paisajes distintos y alejados de la monotonía de los días repetidos.

Héroe maltrecho de la novela de su propia vida, el último Tenorio escribe, a medio camino entre el diario de su desasosiego y el recuerdo de su descenso a los infiernos, una novela que acoge sabiamente tanto la figura del desdichado moderno como ese rumor de fondo esencial que en el puerto de Veracruz subyace detrás de tanto refugio y literatura: ese trágico secreto que es ya tradición que los catadores de grandes y sobrecogedoras novelas terminen siempre por descubrir.

Una novela, Lejos de Veracruz, en la que Vila-Matas prosigue con la original trayectoria de su narrativa más reciente. En Una casa para siempre (1988) una estructura novelesca se fragmentaba temáticamente. En Suicidios ejemplares (1991), en cambio, un tema unitario —el suicidio— se fragmentaba estructuralmente. En Hijos sin hijos (1993) nos encontrábamos con un libro de relatos que era al mismo tiempo una novela. Ahora nos llega Lejos de Veracruz, que ante todo es una novela. 


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